domingo, 5 de junio de 2011

Vuelta al pueblo de Valdeverdeja (Toledo).




Me gustaría contar como ha sido la vuelta al pueblo, donde he pasado más tiempo sobre todo en él verano. La verdad que fueron de los mejores años de mi infancia, en la cual tenía una pandilla de amigos.

También en esa época era cuando más independiente he sido, en el cual podía hacer muchas cosas yo solo, en esta época utilizaba una silla eléctrica , en la cual me movía por todo el pueblo sin ayuda de nadie, yo solito por las calles del pueblo.

Sin duda alguna de mis mejores años en el que más he disfrutado de mi independencia y de estar todo el día por ahí con los amigos. Jugando y haciendo muchas cosas como por ejemplo: Ir a la piscina, montar en bicicleta, jugar al fútbol, al escondite, todo el día fuera de casa y por las noches en la plaza del pueblo, en el parque, la verdad que en muchos sitios y he hecho muchos cosas con todos ellos.

Hasta ahí todo increíble. Pero cuando empecé a tener más dificultades y necesitar más ayuda de ellos, todo cambió radicalmente, también se empezaron a juntar con otros del pueblo más mayores y los cuales hacían cosas diferentes, a cosas que se suelen hacer a esas edades de los 14 años más o menos, el pasar de ser niño a querer ser mucho más mayor de lo que eres... Esto es el principio de la adolescencia!!!

De ser el sitio donde mejor me lo pasaba, al ser el más odiado, porque es muy duro que la gente y sobre todos esos amigos que tenía te dejen de lado por mi situación. A veces somos muy cabrones los niños o en este caso los adolescentes, solemos ser muy crueles y muy insolidarios con las personas con algún tipo de discapacidad.
De querer ir a no querer volver más al pueblo, porque todo me recordaba a ellos y era superior a mí estar en el pueblo , también porque no quería ver a ninguno de esos amigos que tenía, por decir algo...

Por este motivo prácticamente no he vuelto a ir, salvo algunos días en verano pero muy pocos, muchas veces un poco obligado se podría decir. Teníamos que ir para ver a mi abuela y también porque a mis padres les gusta ir alguna vez al pueblo.
Aunque a veces se hace muy difícil, por una parte no quieren llevarme para qué no lo pase mal, pero también yo me sentía mal por no ir, muchas veces parecía que estaban castigados mis padres sin ir al pueblo.
Pero bueno son cosas normales al principio no quieres saber nada de esas personas, por todo lo vivido en este tiempo.

Prácticamente he estado casi 10 años sin querer ir, pero creo que ya ha pasado bastante tiempo y ya va siendo hora de volver.
También gracias a dos personas muy especiales como son mis primas Marta, Celia y el novio de esta última David.

Fue el mismo fin de semana a que di la charla en el colegió, estuvieron ellas dos ahí conmigo en el colegió, fue un bonito detalle por parte de ellas dos, luego estuvimos comiendo todos juntos.
Luego por la tarde me fui por ahí por el pueblo con ellas y sus amigos, también quedaríamos después para ir a la discoteca de Puente del Arzobispo donde trabaja una de ellas de camarero.

Me apetecía muchísimo ir de fiesta con ellas a una discoteca , que nunca había ido por el ruido que me agobia bastante, así fue y estuvimos allí tomando algún cubata, estuvo genial la noche.
Al día siguiente repetiríamos de nuevo, así pasé como yo digo la vuelta al pueblo, hacía mucho tiempo que no lo pasaba también allí.

Me sorprende mucho que ya me voy con cualquiera, que antes ni se me ocurría hacer algo parecido... también me hace mucha gracia porque con estas dos primas, prácticamente nunca habíamos tenido trato alguno en todos estos años, solo un ¡¡¡Hola y Adiós!!!

Pero como se suele decir más vale tarde que nunca... después de este fin de semana he dicho que voy a volver muchas más veces al pueblo y que tengo muchas ganas de volver en las fiestas del pueblo , que a estas fiestas si que hacía tiempo que no iba por el motivo de antes, por no ver a ciertas personas pero ya me da igual... ahora como yo digo, que quien quiera verme que me vea y el que no también jajaja, así de claro.

Me está pasando lo mismo como en el pueblo de mi padre en Cantoria (Almería). De no querer ir a las fiestas a ahora no querer salir de ellas... y espero ahora que pase lo mismo en el pueblo de Valdeverdeja (Toledo).

Después de mucho tiempo de perderme tantos años de ir a los pueblos donde siempre lo he pasado genial, aunque me ha costado mucho tiempo en darme cuenta, pero por fin me he dado cuenta y voy a disfrutar igual que antes o muchísimo más...

Pero todo ello gracias a estas 3 personas estupendas como son Marta, Celia y David.

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